Si, otra vez. El 4º Aniversario me tiene absolutamente enganchada, creo que ya lo he dicho muchas veces, pero no me voy a cansar de repetir que los retos que están proponiendo me encantan.
Esta semana había que coser.
Yo, “la loca de la máquina“. Vamos, que no me lo podía perder.

Porque tengo que deciros que “la máquina de coser” y yo, somos una. Sigue estropeándome papeles, sigue encasquillándose (porque no se si os he dicho, que a “la máquina“, no le gusta coser papel, y se queja). Pero yo ni caso, a lo mío, lo único que coso son papeles y no sabéis la de agujas que llevo.

Esta es la tarjeta que presenté. A que no se nota todo el sufrimiento y toda la falta de entendimiento entre “la máquina” y yo. Disimulamos muy bien.

En público fingimos que nuestro amor, funciona.
En la intimidad, ella cree que yo la maltrato, pero el problema es que no me hace caso; yo dale que dale con el papel y ella erre que erre que no…

Este es el Lo. De nuevo, disimulando, ¿a que si?

Papeles de My Mind´s Eye y de BasicGrey. Sellos de LÉncre et límage y Stella Rose. Glimmer mist, tintas distress, sizzix y gesso.

La semana pasada os decía que los Lo, no acababan de quedarme bien.
Estoy especialmente contenta con el resultado de este, ¿será que voy aprendiendo?.

Me he permitido la licencia de “tunear” la Rima VII de Gustavo Adolfo Becquer.
Y es que en el fondo… la quiero.

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase la máquina.
¡Cuánta puntada dormía en sus canillas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas! ¿sabe?
¡Ay! – pensé- ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y cose!.